•¿Invisibles? ¡No! Sólo no se han dado cuenta que existimos y tenemos derechos.

Me cansé de ser invisible, y de ver como el «sistema» vulnera mis derechos y los de mi hijo, cada que nos ignoran, nos discriminan… creo que es una situación constante en todas las personas que tenemos la responsabilidad de cuidar a un familiar cercano con una discapacidad, más aún si es nuestra hija o hijo, nos convertimos en sujetas de «buenas voluntades» y no de derechos, o cada que nos discriminan no solo se lo hacen a uno, nos lo hacen a los dos.

Es demasiado cuando aparte de enfrentar los retos que impone la discapacidad también tienes que luchar contra las desigualdades y la discriminación.

Margarita Garfias

Estas 4 últimas semanas las desigualdades de las que somos objeto se han agudizado a tal grado que en ellas se nos va la vida, en lo personal tengo 16 años de cuidar a Carlos, mi hijo quien tiene una discapacidad múltiple y epilepsia refractaria, y casi tengo los mismo años de conocer a mujeres maravillosas que también el destino les puso la responsabilidad de cuidar a un hijo o hija que necesita de cuidados las 24 hrs del día, debido a un diagnóstico crónico, una discapacidad o ambas. Muchas de ellas al ser «jefas de familia» viven con sus padres, lo que les permite ahorrar en gastos, y tener el apoyo y contención que representa la familia.

Para muchas Mamás que conozco, la abuela y el abuelo son los únicos que se avientan el cuidado de el hijo o hija con discapacidad, y más aún si la Mamá tiene un trabajo remunerado para poder cubrir los gastos que implica que su hija o hijo tenga una enfermedad crónica o discapacidad, pero además es muy probable, que en determinado momento está Mamá, también se tenga que hacer cargo del cuidado físico y económico de los abuelos, de hecho el trabajo doméstico y de cuidados representa el 23.5% del PIB en México y el Trabajo No Remunerado que los Hogares realizan en actividades relacionadas con la prevención, la curación y el mantenimiento de la salud humana – representado como TNRS – representa el 29.1 % del PIB ampliado del sector salud.

Y ENTONCES ¿QUÉ TIENE QUE VER LA COVID-19 CON TODO ESTO?

De inicio porque no se están reconociendo los derechos de trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares de cuidado en el acuerdo publicado el 24 de marzo en el DOF que en su artículo 2do contempla medidas de protección laboral para: adultos mayores de 65 años o más, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, menores de 5 años, personas con discapacidad, personas con enfermedades crónicas no transmisibles (personas con hipertensión arterial, pulmonar, insuficiencia renal, lupus, cáncer, diabetes mellitus, obesidad, insuficiencia hepática o metabólica, enfermedad cardiaca), o con algún padecimiento o tratamiento farmacológico que les genere supresión del sistema inmunológico; pero no hace mención de trabajadoras, como las Mamás que yo conozco dónde todo depende de ellas: los cuidados, el ingreso económico y que además en casa tienen una o más personas de los grupos de riesgo, exponiéndolas a perder su empleo, a una carga mental excesiva que pueda ocasionar la mínima distracción y contagiarse o contagiar… y además sin la protección adecuada para realizar su trabajo, lo que implica que ellas de su bolsillo tengan que comprar el equipo de protección para poder trabajar !!! Como el caso de las enfermeras que tienen la responsabilidad del cuidado de sus hijos con autismo.

La segunda es que Carlos, mi hijo, al igual que muchos jóvenes con discapacidad y aún en tratamiento por una enfermedad crónica que necesita de medicamentos y atención médica para no deteriorarse, pierden el servicio al cumplir los 16 años en el caso del IMSS y 18 años en el caso del ISSSTE, esta «medida» aplica para todos los jóvenes en este servicio, la diferencia es que cualquier otro joven presenta una constancia de estudios de educación media, o media superior y se re incorporan – aunque con la suspensión de clases no se como van a hacer para obtener su comprobante- y aquí es donde comienza la serie de eventos desafortunados y discriminatorios para las y los jóvenes con discapacidad:

1.- NO CONTAMOS CON UNA CONSTANCIA DE ESTUDIOS VÁLIDA. La población con discapacidad y más la que tiene mayor compromiso funcional no es aceptada en el sistema educativo ni «regular», ni «especializado» – un acto de violencia pura- .

Fotografia con los requisitos del IMSS para alta de hijos mayores de 16 hasta 25 años.

2.- TRÁMITE DE INCAPACIDAD PERMANENTE O LA ST6. Este trámite nos pide 3 valoraciones de especialistas para constatar que en efecto Carlos no es capaz de trabajar, nosotros comenzamos con la valoración desde febrero del año pasado, antes de los 16, pero las citas se van extendiendo tanto que todavía no se concluye el trámite. En los 16 años que Carlos ha sido atendido en el IMSS en cada protocolo, en cada nota médica se anotaba con letras mayúsculas «BUENO A LA VIDA, MALO A LA FUNCIÓN » y a pesar de esto ¿me piden más valoraciones que además tengo que pelearlas para preservar sus derechos?

Fotografía de uno de los tantas médicas en donde se lee la leyenda «BUENO A LA VIDA, MALO A LA FUNCIÓN «

3.- PRÓRROGA DE SERVICIOS. Como Carlos cumplió 16 años, y seguía en trámite se me pidió que sacara una «prórroga» para agendar las valoraciones faltantes, la prórroga se extiende en el tenor del art 84 de la Ley General del IMSS , pero lamentablemente no coincide con la protección de derechos del mismo:

Artículo 84. Quedan amparados por este seguro: 6.- Los hijos del asegurado cuando no puedan mantenerse por su propio trabajo debido a una enfermedad crónica, defecto físico o psíquico, hasta en tanto no desaparezca la incapacidad que padecen o hasta la edad de veinticinco años cuando realicen estudios en planteles del sistema educativo nacional;

Ley General del IMSS

La privación de la atención médica y no tener acceso a medicamentos, representa un grave daño en todos los sentidos a las familias que tenemos hijas e hijos con discapacidad y una enfermedad crónica e incumple lo garantizado en el Art. 1 y 4 constitucional, la Convención de los derechos del niño Art. 17, 23, 24, 25, y la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, por lo que levante mi queja en la CNDH con folio 33371/2020, también resulta indignante que no se ha publicado ningún acuerdo por parte de Alcocer Varela y SSA para emitir un mecanismo de protección para los jóvenes que están en trámite o que serán dados de baja en estos meses, y que no podrán obtener una CONSTANCIA DE ESTUDIOS y mucho menos iniciar sus valoraciones para el trámite de «INCAPACIDAD PERMANENTE » dado que varios hospitales de 2do nivel han sido designados «hospitales COVID»; En la misma queja inclui la omisión de la SSA y la SEGOB con respecto a la emisión de un certificado de discapacidad, como lo marca la LEY GENERAL PARA LA INCLUSIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, que nos ahorraría muchísimos problemas, trámites y demás, y que por cierto ya están en desacato.

Fotografía del inicio del trámite de Carlos, en donde se puede leer: «SIN DERECHO AL SERVICIO MEDICO NI MEDICAMENTOS «

La Secretaría de Salud, así como sus direcciones,
institutos, organismos, no consideran medidas específicas para las personas con discapacidad ni a las personas que estamos a cargo de su cuidado y apoyo, para garantizar nuestros derechos de acceso a la salud, a la información, certeza jurídica, protección y bienestar que se están implementando durante esta emergencia, como por ejemplo:

  • Información accesible y canales de comunicación accesibles para las personas con discapacidad a nivel nacional.
  • Contar con hospitales con intérprete en LSM – Lengua de señas Mexicana- o un centro de relevo para la atención a las personas sordas.
  • Rampas, y mobiliario para atender a personas con discapacidad usuarias de sillas de ruedas, o con retos motrices, ya que sería
    muy riesgoso que personas desconocidas y sin medidas de HIGIENE adecuada las tocaran, cargaran, anulando así la sana distancia, lo cual las pondría en más riesgo de contagio al acudir a atención y servicios médicos.
  • Consentimientos en Braille y lectura fácil, para procedimientos médicos, como intubación y resucitación.
  • Personal calificado para atender a personas con autismo y parálisis cerebral, y medidas específicas para estas personas -cuando así se requiera- como el permitir que un acompañante esté con ellas, y que a su acompañante le sea proporcionado el equipo
    para salvaguardarse del contagio durante su estancia, o la atención en el propio domicilio.

El no garantizar los derechos antes citados se traduce en vulnerar y precarizar más a las personas con discapacidad, a través de la propagación del virus entre las personas con discapacidad y sus familias, o quien esté a cargo de su cuidado y apoyo, y a no contar con la atención médica adecuada en caso de ser infectadas.

De parte de la Fundación Yo También se pidió a la secretaría de salud un listado de hospitales «accesibles» para dar atención a personas con discapacidad en sospecha de tener la COVID-19, el día de hoy lo dio a conocer y para mi sorpresa se envía un link que de entrada dice » Centros de Entretenimiento Infantil», en ese sitio se puede descargar el documento «Directorio Unidades de Salud con Acciones PIGS-CNEGSR» , y al buscar Ciudad de México nos da como resultado el hospital General de Balbuena,

Lo más preocupante es que el mismo hospital reconoce que no está contemplado en la red de centros Covid-19, y que además enfrentan carencias graves de material. Lo que significará una doble vuelta y una pérdida de tiempo precioso para las personas con discapacidad y sus familias que se dirijan a este centro con la esperanza de ser atendidas.

Captura de pantalla de el listado de hospitales supuestamente preparados para atender a personas con discapacidad.

Y bueno, la cereza del pastel, la falta de medicamentos tanto en el IMSS, el ISSSTE, el INSABI, y ya hasta la escasez incluso en las farmacias de medicamentos anti epilépticos, lo que provocará accesos a urgencias innecesariamente por la falta de apego al tratamiento, incluso perder la vida debido a un estado epiléptico y en pandemia un mayor riesgo de contagio no solo del paciente, sino toda la familia y la saturación de hospitales.

Varios de estos hechos ya se encuentran documentados en una queja colectiva ante la CNDH con folio 33370/2020, al tratar de presentar queja en CONAPRED, resulta que me dicen que es improcedente, que tengo que señalar acto por acto, y señalar un responsable con nombre y apellido para proceder con cada queja… y en esas estoy, porque ya me cansé de que nos crean invisibles y sigan discriminandonos y vulnerando nuestros derechos en todas las etapas de nuestra vida.

Y a ti ¿Te han discriminado, vulnerado o invisibilizado?

#SoyCuidadora #NiInvisibleNiInvencible

Margarita Garfias


•¿Qué hacer si alguien de mi familia enferma de COVID-19 ?

Aunque parezca que las familias con hijas e hijos con diagnósticos crónicos o alguna discapacidad que implica gran dependencia, ya estamos acostumbradas a un manejo médico constante, y a correr al hospital de cuando en cuando, no es así, tal vez hemos pasado años lavandonos las manos 50 veces al día, usando cubre bocas, dando terapia respiratoria 2 veces al día, sabemos reconocer un estertor de una flema atorada en la garganta, o incluso dar medidas de resucitación, hoy nuestro temor aumenta, porque sabemos lo que implica un resfriado – por pequeño que parezca- o los días incontables en un hospital a causa de una neumonía, o el mayor temor de todos: ser nosotras las que caigamos enfermas – por cierto, te recomiendo leer ¿Y si yo no estoy? -.

Cuando tenemos hijas o hijos con diagnósticos crónicos sabemos el reto que podría representar para nuestra familias #Covid19

Aunque las cifras mundiales apuntan a que el riesgo de los niños a complicarse de manera grave parece ser bajo y la mayoría de los casos de coronavirus han afectado a adultos – habemos familias que tenemos jóvenes y adultos a nuestro cuidado – pero aún así la literatura médica nos dice que los niños y niñas que contraen el COVID-19 parecen tener síntomas más leves que los adultos y estos, que los ancianos, la mejor medida sin lugar a dudas es #QuédateEnCasa.

Nos quedamos en casa hoy, para que cuando volvamos a salir ¡No falte nadie!

Frase acuñada durante la pandemia de COVID-19

Los expertos siguen estudiando el COVID-19, por lo que aún falta mucha información. Pero con información o sin ella, todas las familias tenemos la misma preocupación ¿Qué hacer si alguien de la familia se enferma?

¿Qué pasa si alguien de la familia tiene fiebre, tos, o dolor de garganta? ¿Podría ser COVID-19?

  • Lo primero que hay que hacer es «mantener la calma» recuerda que nuestras hijas e hijos, no son tontos y perciben nuestras emociones.
  • Habla con un profesional de la salud:
    • Llama a tu médico de confianza: Habemos familias que tenemos la fortuna de tener un médico que vemos en consulta privada, por lo que nos permite llamarle o hacerle preguntas por WhatsApp, el o ella conocen nuestros antecedentes médicos y sabrá si hay algún riesgo, por lo que de manera inmediata te dará indicaciones a seguir.
    • Si eres derecho habiente del IMSS: utiliza el servicio de Orientación Médica Telefónica llamando al 800-2222-668, personal calificado te atenderá – NO OLVIDES TENER A LA MANO NÚMERO DE SEGURIDAD SOCIAL, recuerda que también ya entro en vigor el programa de receta re surtible, para que no tengas que llevar cada mes a tu familiar.
800 0044 800 es el número de la unidad de inteligencia epidemiológica y sanitaria.

EN CASO DE QUE LOS SÍNTOMAS SEAN COMPATIBLES CON COVID-19, TENEMOS QUE HACER LO SIGUIENTE:

  • La persona con los síntomas deberá permanecer en casa, así, no se expondrá a otros gérmenes, virus y bacterias. Y no podrá contagiar su enfermedad a otras personas, a menos que se le indique trasladarse al hospital, en dicho caso durante el trayecto al hospital deberá utilizar mascarilla médica, mantener medidas de higiene y guardar al menos un metro de distancia de otras personas y no deberá usar el transporte público. Deberán esperar hasta que les entreguen los resultados de la prueba. Para saber si una persona ha contraído una infección por coronavirus, los médicos envían al laboratorio una muestra de mucosidades procedente de la nariz o de la parte posterior de la garganta. Si la persona tiene flemas, los médicos también puede enviar una muestra de flemas al laboratorio.

¿Y qué pasa si en la familia hay un caso confirmado de COVID-19?

  • Los miembros del hogar, deben mantenerse en casa en constante monitorización por 14 días desde el último contacto con su familiar, y en caso de presentar síntomas de infección respiratoria aguda, incluyendo fiebre, tos, falta de aire, o diarrea, se deben de poner inmediatamente en contacto con el médico o a los teléfonos escritos anteriormente allí se les dirá si es necesario realizar la prueba de COVID-19, – en este punto, con toda la familia en aislamiento necesitas llamar a familia o amigos, para que te hagan favor de llevar a la puerta de tu hogar lo que requieran : medicamento, comida, artículos de limpieza o higiénicos-.
  • El cuidado de los pacientes con COVID-19 en casa es una alternativa para quienes presentan síntomas leves, y no tienen enfermedades crónicas tales como: enfermedad del riñón, corazón o inmunocompromiso, el médico te indicará cuál es la mejor indicación para cada persona en caso de confirmarse la infección.
  • En caso de que tu familiar se quede en el hospital o sea referido para cuidado en casa, – la familia permanecerá en cuarentena – por lo que se debe practicar la sana distancia, dentro de lo posible, esto también aplica para la mascota – la mascota dicen los especialistas que no corre riesgo de contagio, pero si puede llevar el virus de un lado a otro por la casa -.
  • Si se realiza cuidado en casa se recomienda que la persona con COVID19 debe mantenerse aislada en una habitación individual con baño propio – si no es posible, es necesario limpiar el baño después de que lo use la persona – y ventilación adecuada, si esto no es posible se sugiere dormir en camas separadas y/o mantener mínimo 1 metro de distancia y asegurarse de ventilar constantemente este espacio. Si nuestro hogar no cuenta con un espacio de uso exclusivo para la persona con COVID-19 se debe limitar el movimiento a otras áreas de la casa.
  • Con o sin síntomas es importante que todos los miembros de la familia se laven las manos a conciencia y con frecuencia. Solo en caso de que no tengan agua y jabón, usen un gel antiséptico o desinfectante para manos que contenga alcohol.
Técnica de lavado de manos recomendada por el IMSS.
  • Limpia con agua y jabón o con cloro diluido en agua aquellas cosas que se tocan mucho, como los pomos de las puertas, los interruptores, los juguetes, los controles remotos, los teléfonos, etc. Límpialos todos los días si es necesario, por cierto, es un buen momento para organizar a todos en casa para que entre toda la familia nos repartamos el trabajo doméstico y de cuidados.
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¿Quién se encargará del cuidado de la persona con COVID-19 en casa?

  • Se debe designar únicamente a una persona cuidadora y ésta debe cumplir con el requisito de estar sana y sin condiciones de riesgo. Se debe usar cubrebocas al estar en contacto directo con la persona a su cuidado.
Uso correcto del cubre boca, medidas emitidas por el IMSS
  • La persona cuidadora debe mantener una higiene de manos estricta en las siguientes situaciones: Al estar en contacto directo con la persona, al preparar alimentos, al consumir alimentos, después de utilizar el baño y aún más si se hace cargo del cuidado de otra persona en casa.

La persona cuidadadora debe evitar contacto directo con fluidos corporales, secreciones respiratorias y orales, así como materia fecal. Ayudar a su familiar a descansar mucho, a beber abundantes líquidos y a no perder el ánimo, también debe mantenerse al pendiente de signos que indiquen que su familiar pueda necesitar más ayuda médica, como: dificultades para respirar, somnolencia, que respire deprisa, que no pueda beber muchos líquidos o que presente signos de deshidratación, como orinar menos de lo habitual.

Te dejamos para descarga esta guía realizada por el IMSS para el cuidado en casa de personas con COVID 19, la estadística nos dice que un 80% de las personas infectadas se mantendrá y recuperará en casa, así que más vale tenerla y ojalá no necesitarla, que necesitarla y no tenerla.

COVID -19 CUIDADOS EN CASA PARA PERSONAS CON
SOSPECHA DE INFECCIÓN O CASO CONFIRMADO.

¿Es necesario acudir al servicio de urgencias de inmediato ?

Con la incesante cobertura informativa, es fácil pensar que los síntomas del coronavirus son una emergencia. Pero es importante que no se dirijan a un servicio de urgencias médicas ante la primera aparición de cualquier síntoma, lo que más nos preocupaa son nuestras hijas e hijos, por lo que te dejamos un video tutorial sobre COVID-19, que hicieron los médicos del Hospital Infantil Federico Gómez :

Dr.Rodolfo Jiménez, Infectólogo Pediatra, con el tema: Recomendaciones ante COVID-19

Solo debes dirigirte al servicio de urgencias si:

  • Hay problemas para respirar. Los músculos que están entre las costillas se contraen hacia dentro o se hinchan las ventanas de la nariz en cada respiración.
  • Hay confusión o está adormilado.
  • Falta el aliento para hablar, caminar o la piel alrededor de la boca o las uñas se ponen de color azul.

¿Qué tratamiento se da a los pacientes con COVID-19)?

Los médicos y los investigadores de todo el mundo están trabajando para desarrollar medicamentos y una vacuna contra el coronavirus, pero hasta el momento no los hay. La mayoría de la personas que contraen esta infección, mejoran con reposo, líquidos y medicamentos para bajar la fiebre, principalmente paracetamol. Aunque en algunos casos se utilizan otros medicamentos de acuerdo a la historia clínica y las complicaciones que surjan en cada persona.

Si tienes epilepsia o utilizas ansiolíticos, o CBD, debes mencionarlo a tu doctor y compartirle esta tabla que la ILAE – International League Against Epilepsy- publicó sobre la interacción de Fármacos Anti Epilépticos y los Fármacos más usados actualmente en pacientes con COVID-19.

Tabla de interacciones entre fármacos anti epilépticos y fármacos usados ante COVID-19

¿Qué más debo saber?

En caso de discriminación debes comunicarte al CONAPRED y poner tu queja, recuerda que la salud y la atención para preservarla es tu derecho, dando clic en la imagen te lleva al sitio para poner tu queja en línea.

Diferentes formas de presentar queja en CONAPRED.

En caso de que lo que necesites , es saber como hablar con tu familia sobre el tema de COVID-19, la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana te apoya!

Psicólogos (as) voluntarios sin costo, de 8 a 23 hrs al 5591774443

También te dejamos este cuento que con un lenguaje sencillo será un material invaluable para explicar a los más pequeños de la casa.

El escudo protector contra el rey virus

Si sufres de violencia o piensas que estás en peligro, necesitas apoyo psicológico o necesitas ayuda legal no dudes en llamar al 911.

Si necesitas ayuda no dudes en llamar al 911

No me queda más que mandarte un abrazo a la distancia y recordarte que no estás sola, que debes cuidarte para poder cuidar a los demás.

Escrito y recopilado por : Margarita Garfias. #SoyCuidadora


•El trabajo de Cuidados y el Covid19

Las mujeres somos quienes a costa de nuestros cuerpos y nuestros tiempos se librará la pandemia de COVID 19

A principios de febrero, cuando las autoridades chinas llevaban un mes luchando contra el brote de coronavirus, se comenzó a visibilizar que los hombre eran los mayores afectados ante el COVID 19, el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) realizó su primer estudio de los datos de los pacientes: El 51% de los casos confirmados eran hombres, pero lo que llamó la atención de los expertos es que la tasa de mortalidad también tenía números más elevados : 2,8% en los hombres frente al 1,7% de las mujeres.

Pero hay una realidad imperceptible para muchas personas, incluso para muchas mujeres, una realidad que pesa y que sentimos caer en nuestros tiempos y nuestros cuerpos, esa realidad es todo el trabajo de cuidados que debe realizarse para hacer frente a esta pandemia.

Las mujeres realizamos tres veces más trabajo de cuidado no remunerado que los hombres, y el cuidado de los familiares con el virus aumentará la carga. En México el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa al 23.5 % del PIB, y con la agravante que en muchos casos es realizado durante una segunda o triple jornada ya que muchas además, tenemos un trabajo remunerado. Además de que en muchos hogares monoparentales sólo hay una persona que se encarga de los cuidados a adultos mayores, infantes, personas con enfermedades crónicas y personas con discapacidad que requieren de cuidados y apoyo; Pocas personas le entran a los cuidados especializados, intensos y extensos que requieren los dos últimos, por lo que sólo una persona en el hogar, a veces dos, podemos proporcionar este tipo de cuidados. Como familias no queremos que se repita lo que paso en Hubei, donde deagraciadamente murio un joven con paralisis cerebral porque su padre se quedo hospitalizado. Es indispensable señalar que a medida que los sistemas de salud se saturen, muchas personas con COVID-19 necesitarán cuidados en el hogar, lo que aumentará la carga del trabajo doméstico y de cuidados de las mujeres y nos pondrá en mayor riesgo de contagio, no precisamente enfermarnos, pero si ser portadoras del virus.

El cierre masivo de escuelas nos afectará particularmente a las mujeres porque tendremos todos los días durante las 24 hrs la responsabilidad del cuidado de nuestras hijas e hijos. El llevar a nuestras hijas o hijos con nosotras al empleo supondrá exponerlos a más personas en los trayectos y mayor riesgo de contagio, además de ser sujetas de buena voluntad para nuestro empleador o empleadora, al permitir que nuestro hijo o hija este con nosotras, o tal vez llegar muy tarde al trabajo, ya que habrá que hacer un traslado extra para llevar a nuestra hija o hijo a casa de algún familiar que pueda apoyarnos ( y esto se complica si tenemos más de un hijo o si alguno de ellos tiene una discapacidad), y de allí trasladarnos al trabajo; o dejarlos con la abuela y el abuelo ( que recién se anunció, no se debe tomar esta medida por evitar poner en riesgo a los adultos mayores) pero, ¿Qué pasa si vivimos en la misma casa de los abuelos y ellos son los que salen al quite cuando nuestros hijos o hijas requieren cuidados? entonces ¿Qué haremos quienes necesitamos trabajar? ¿Renunciar? Precarizando aún más la situación económica familiar ¿Ser despedidas porque no podemos dejar a las niñas y niños sólos ? ¿Un permiso de buena fe, sin goce de sueldo? ó de plano ¿dejarlos a cargo del «mayorcito» o la «mayorcita»? No la tenemos fácil… Ademas que la mayoría del trabajo remunerado que realizamos las mujeres tiene contacto directo con la gente (cajeras, ventas en mostrador, vendedoras de piso, atención al cliente, enfermeras, maestras, etc…) por lo que estaremos en más riesgo de ser contagiadas del virus.

Por si fuera poco las mujeres constituyen la mayoría de las y los trabajadores de salud y asistencia social, y estarán en la primera línea de fuego contra COVID-19. En términos más generales, las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores en el sector de la salud y la asistencia social: 70% en 104 países analizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) . Ganando un 11% menos que los hombres en el mismo campo, según la OMS. Y serán estás mujeres las que más malabares tendrán que hacer, tratando de cumplir con largas jornadas de trabajo remunerado y no remunerado.

«El virus nos afectará desproporcionadamente a las mujeres.  Nosotras, no importando nuestra edad, somos las que vamos al frente con la carga»

Margarita Garfias,

El virus nos afectará desproporcionadamente a las mujeres.  Nosotras, no importando nuestra edad, somos las que vamos al frente con la carga, somos las que trabajaremos triples jornadas, haciendo malabares entre trabajo remunerado, trabajo doméstico, atención y cuidado a infantes, adultos y adultas mayores, y personas con discapacidad que requieren de cuidados y apoyo, y personas con enfermedades crónicas, ¿Y si me contagio? ¿Quién cuidará de mí ? ¿ De mis hijas e hijos? ¿De mi padre, mi madre, o mi pareja? ¿De los abuelos?

Es momento de hacer cambios radicales en la corresponsabilidad del trabajo doméstico y de cuidados en los hogares y la sociedad ( Donde hombres y mujeres cuidemos por igual) el mercado ( Donde hombres y mujeres con responsabilidades de cuidado tengamos las mismas licencias y el mismo trato) y una nueva era de garantías constitucionales y derechos (Derecho al #CuidadoDigno y #TiempoPropio) para que de esta manera el estado sea garante y corresponsable de establecer políticas públicas que no sigan perpetuando las desigualdades en las que sobrevivimos actualmente.

Margarita Garfias

#SoyCuidadora